Urbanismo y sostenibilidad medioambiental

En los últimos años ha ido amentado progresivamente el interés por temas referentes al medio ambiente urbano, como la contaminación atmosférica, la pérdida de zonas verdes, la contaminación del agua y de suelo, entre otros. Este interés ha conllevado a que estos temas se consideran problemas que competen a la población en general.

El daño ambiental en las zonas urbanas es muy grave, especialmente en las grandes ciudades. La aglomeración de población, las actividades del sector industrial, los sistemas de transporte, el consumismo, y otros comportamientos de la vida en la ciudad, han generado una situación degradación del medio ambiente y del bienestar de la ciudad. La percepción de un medio ambiente en peligro crítico se ha introducido en la conciencia colectiva.

Precisamente, el urbanismo se ha puesto en la tarea de buscar alternativas para la problemática medioambiental y conjuntamente con su labor de ordenar la ciudad con el fin de aumentar la calidad de vida de sus habitantes, ha considerado a la sostenibilidad como una idea viable, ya que esta proporciona una visión novedosa, puesto que busca acoplar el cuidado de los ecosistemas, la colaboración de toda la sociedad y el desarrollo económico ecuánime. El desarrollo sostenible no pone en disputa el asunto de capitalismo y socialismo, sino que a partir del ambiente, plantea una modificación planificada y gradual, que cambie la actual perspectiva económica, cultural y social de nuestra relación con la naturaleza. Todo esto debido a que la ciudad necesita un entorno de calidad puesto que es su abastecedor de materias primas, así como el espacio físico en el cual se sitúa.

Es claro el vínculo que existe entre el urbanismo y la propuesta de sostenibilidad, puesto que la pobreza de las ciudades, así como la utilización de los ecosistemas y el desarrollo tecnológico, son lazos muy evidentes entre urbanismo y desarrollo sostenible, esto teniendo en cuenta que la ciudad tiene una enorme dependencia de la naturaleza y a la vez transforma al medio. La ciudad, necesita usar y aprovechar los elementos que provee la naturaleza, ya que al emplearlos y transformarlos garantiza su supervivencia, por lo que un uso inadecuado de estos deteriora la calidad de vida.

La sostenibilidad debe ser un referente permanente para que en el siglo veintiuno aparezca un nuevo modelo en el urbanismo. El mayor atractivo de esta propuesta reside en el hecho de que plantea, sin rehusarse al desarrollo económico, solucionar el grave problema de la degradación ecológica.

Para que se cumpla la sostenibilidad medioambiental el urbanismo debe causar el menor impacto sobre el medio ambiente, además la ciudad debe procurar consumir la menor cantidad de recursos y energía y generar la menor cantidad posible de residuos.

El urbanismo también debe buscar la reparación ambiental, por lo que se debe implementar el ordenamiento ecológico como táctica para organizar las actividades económicas de la ciudad, así como la utilización racional del territorio, hacer congruente la vocación territorial con las actividades productivas y las construcciones de la ciudad, las diferentes intervenciones y funciones que se prevén para un territorio determinado.

Por lo tanto, la labor actual del urbanismo sostenible, es hallar soluciones de asignación de espacios físicos para la expansión urbana, de asignación de actividades socioeconómicas y diseños de construcción, que favorezcan la compatibilidad entre servicios ambientales de la ciudad con las acciones humanas propias de una urbe, con la pretensión de minimizar los impactos negativos de éstas en el entorno.