Los seis puentes más ingeniosos de Leonardo
Da Vinci
Leonardo da
Vinci (1452-1519), el genio renacentista, fue a la vez pintor,
anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor,
filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.
En el
post de hoy vamos a fijarnos es su faceta como ingeniero civil, más concretamente en sus puentes.
Comentaremos 6 de esos puentes,
mostrando sus bocetos en manuscritos y códices, que quizás sean los más
llamativos e ingeniosos que diseñó a lo largo de su prolífica vida.
Leonardo trabajó en Siena, Milán y Florencia durante
el periodo de sus grandes construcciones. Estuvo en contacto con la escuela de
ingeniería de Siena, trabajó en el Duomo de Milán y era conocedor de los
inventos de Brunelleschi para la construcción de la Cúpula de Santa María de
las Flores. Fruto de todo este conocimiento y gracias a su adelantada visión,
Leonardo desarrolló varias soluciones para puentes, algunas muy avanzadas para
su tiempo:
1. Puente
Autoportante
Leonardo, en su búsqueda de soluciones para salvar
grandes luces con piezas cortas, manejables y de fácil provisión, presentó este
Puente Autoportante en el Códice Atlántico (1487-1489).
La idea era poder construir un puente de forma
sencilla y rápida para salvar pequeños obstáculos.
Lo complicado de esta estructura es saber cómo
poner en pie el conjunto de piezas de una forma ordenada y que funcione.
Y lo mágico de esta estructura es que una vez
terminado el levantamiento, tan solo con un correcto estribado, ninguna pieza
puede salir de su posición, no siendo necesario ataduras entre barras.
Realmente ya existía un precedente en el Puente
Arco Iris del siglo XII en China. Probablemente la imaginación de Leonardo fue
estimulada por los relatos de viajeros que venían de Oriente.
2. Puente
Giratorio
Con un tablero parabólico y de un solo vano,
Leonardo presenta, en el Códice Atlántico (1487-1489), un puente
giratorio mediante poleas que permite dejar el paso libre para la
navegación.
Por medio de un sistema articulado de tornos y
rodillos de deslizamiento, el puente se hace girar 90° permitiendo el paso de
los barcos.
El tablero esta fijado en un extremo mediante un
pasador vertical y el desplazamiento tiene lugar por medio de cuerdas y
cabrestantes con la ayuda de ruedas. También está equipado con una caja que
sirve como un contrapeso para equilibrar y para facilitar la maniobra
suspendiendo el puente antes de iniciar el giro.
3.
Puente de dos plantas
La
solución que Leonardo nos presenta en el Manuscrito B, f. 23r nos puede
recordar a algunos puentes actuales. Aunque la explicación la anota al lado del
boceto con su famosa escritura especular, el diseño habla por si mismo: define
un puente con dos plantas, cada una para un uso o sentido distinto. Se trataba
de organizar la circulación en ambos sentidos sin causar obstáculos al tráfico.
Lo más
probable es que Leonardo tuviera aquí en mente su “ciudad ideal” donde los
espacios de trabajo y los destinados a ocio se realizan en dos capas separadas.
Puentes actuales utilizan este esquema para evitar
interferencia entre los distintos sistemas de transporte.
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4. Puente giratorio de barcas
El puente
de pontones o barcas es una solución para el cruce de los ríos de aguas
tranquilas.
Ya
Herodoto describió la construcción de este tipo de puente por los soldados del
rey Jerjes (siglo V antes de Cristo) atravesando el Eufrates para unir las dos
partes con Babilonia, con una longitud de más de 900 m.
La innovación que Leonardo dejó en su Manuscrito B f. 23r, reside en hacerlo girar mediante un torno para dejar el paso libre a embarcaciones o proteger el puente cuando la fuerza de las aguas o las crecidas podían dañar la estructura.
La innovación que Leonardo dejó en su Manuscrito B f. 23r, reside en hacerlo girar mediante un torno para dejar el paso libre a embarcaciones o proteger el puente cuando la fuerza de las aguas o las crecidas podían dañar la estructura.
El puente
quedaba protegido, de forma paralela al cauce, dentro de un nicho específico
formado en la orilla.
Manuscrito B, f. 23r |
5. Puente
Canal
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En el
Códice Atlántico, folio 126v, Leonardo nos presenta un puente sobre
el canal de Florencia. Con este puente, gracias a un sistema de compuertas y
haciendo subir y bajar el nivel del agua entre compuertas, consigue el paso de
embarcaciones sobre arroyos y rios.
El códice incluye tres representaciones del
canal de Florencia, datado en 1482-1483, junto con la conocida carta a Ludovico
el Moro que los acompaña en la que señala «conducir agua de una lugar a otro».
En la parte superior se incluye una larga anotación en la que se describen los
perfiles de los bancos de la orilla y se explica cómo evitar la erosión. En el
centro está el dibujo del canal para cruzar el río con la ayuda de un
sistema de esclusas. En la parte inferior hay una vista lateral del canal sobre
el puente.
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6. Puente
del Cuerno de Oro
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Así
escribía Leonardo al Sultán de Constantinopla, Bayaceto II, ofreciendo sus
servicios como Ingeniero:
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“Ha llegado a oídos de vuestro humilde servidor
que teneis la intención de levantar un puente desde Estambúl hasta Gálata, pero
que no lo habéis podido realizar hasta ahora porque no habéis encontrado a un
hombre capaz de hacerlo. Yo, vuestro humilde servidor, sé como realizarlo. Lo
construiría tan alto como un edificio, para que así, debido a su altura, nadie
pudiera sobrepasarlo…“
En el Manuscrito L, f. 66 r,
dibujado alrededor de 1502-1503, Leonardo presenta un puente arco de 240 m
de largo por 23 m de ancho y 40 m de altura sobre el agua en su punto mas alto,
para el Cuerno de Oro (histórico estuario a la entrada del estrecho del
Bósforo, que divide la ciudad turca de Estambul). Se adelantó 300 años a los
principios teóricos necesarios para el cálculo de este tipo de estructuras.
Destinado
a ser el puente más grande de su época, lo faraónico del proyecto finalmente
propició la negativa del sultán.
Quizá este puente sea el que ha tenido un
mayor impacto en los medios en los últimos años por dos recientes
acontecimientos sobre él:
El
primero se debe al “Proyecto Da Vinci” realizado por el artista noruego
Vebjørn Sand. Este noruego consiguió construir en 2001 una
pasarela inspirada en la obra de Leonardo da Vinci, 500 años después
de la negativa del Sultán, en Ås, un pequeño pueblo a 35 km de
Oslo. No es de piedra como el ideado por Leonardo, sino de madera de pino y
acero. Está formado por 3 arcos, uno principal y dos laterales que se apoyan
sobre el principal, y están fijados sobre zapatas de hormigón. El coste de
la obra pasó de los 1,3 millones de euros.
El
segundo acontecimiento fue el reciente anuncio del
presidente turco Recep Tayyip Erdogan de que finalmente se construiría el puente de
Leonardo da Vinci proyectó para el Cuerno de Oro en su emplazamiento original. El
proyecto será financiado por patrocinadores privados turcos y extranjeros, sin
costo alguno para las arcas públicas. El nuevo puente será peatonal, de
220 metros de largo, 10 de ancho y con 25 metros por encima de la
superficie del agua en su punto más alto.
Tomado de : estructurando.net
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