La columna vertebral urbana




Desde cualquier punto de vista la ciudad y el territorio siempre han tenido como parte de sus componentes a la infraestructura, la columna vertebral de los espacios transformados por el hombre. A pesar de esto, no es hasta mediados del siglo pasado, cuando se origina una nueva manera de concebir las ciudades a través de las infraestructuras de movilidad o de servicios, un novedoso instrumento que establece una visión del territorio como un sistema de redes infraestructurales. Como consecuencia del surgimiento de estas nuevas ideas y de la evolución en el pensamiento urbanístico, esta manera de comprender los inconvenientes se ha ido profundizando en las actividades efectuadas para guiar el desarrollo urbano y territorial.

Partiendo de esta visión, y entre tanto algunos defienden la existencia de una crisis del urbanismo, cuyas herramientas se ven rebasadas para contestar a los actuales problemas de desarrollo que son impuestos a las ciudades y por lo tanto también a los territorios que las acogen, además estos mismos fenómenos siguen desarrollándose con vigor sin por la ausencia de soluciones. En este proceso ininterrumpido, las ciudades se asemejan cada vez más las unas a las otras sin importar la región en que se sitúan, y en ellas se pueden ver problemas comunes que las aproximan y compenetran. Y dentro de estos aspectos comunes se encuentra la infraestructura.




Desde su clasificación más primaria en infraestructuras de transporte e infraestructuras de servicio, debemos estar de acuerdo en que su existencia es un factor común en las urbes y territorios actuales. Esto siempre entendiendo que cada caso de análisis implica una serie de rasgos adaptados a la realidad local, pero que muchos aspectos, en general técnicos, son similares. Con esto tratamos de defender el hecho de que la ciudad, como un objeto construido por la mano del hombre, responde a parámetros comunes, asimilables y comparables sobre todo desde el punto de vista de la funcionalidad.

En esta búsqueda por establecer la relevancia de la infraestructura tomamos como ejemplo la calle, entendida como el elemento más primario de la infraestructura, que a su vez constituye el componente iniciativo de una ciudad, ya que define el límite de lo construido y constituye la trama desde donde comienza la formación de un centro urbano, pero cuando se aleja de ella, se transforma en una ruta o carretera, o tal vez en autopista, pasando a definir la estructura del territorio a modo de líneas que cruzan los espacios naturales integrándolos de esta manera al paisaje transformado por el hombre. Todas estas acciones son ajenas a una localización particular.

Lo mismo se podría entender sobre un ferrocarril, un puerto, un aeropuerto; o bien las infraestructuras de servicios (electricidad, saneamiento, agua, telecomunicaciones) que cada día se complejizan más, convirtiéndose en componentes que condicionan cualquier intervención en las urbes y territorios actuales.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 

About