Urbanismo: Dubái, imágenes impresionantes del crecimiento acelerado
Dubái se ha vuelto famosa
por sus rascacielos e islas artificiales. Se ha convertido también en un centro
financiero de envergadura mundial gracias a sus grandes proyectos de
urbanización y turismo. Por tanto, ha crecido de una manera impresionante en
los últimos quince años para convertirse en una ciudad de clase mundial y una
utopía global. Sin embargo, parece que las consecuencias ambientales y sociales
de este crecimiento acelerado no han sido tomadas en cuenta. (Jue, 17 Jun 2010)
Para darnos una idea de la
velocidad de su crecimiento basta conocer algunos hechos:
- Dubái posee 25% de las
grúas de construcción del mundo.
- Su línea costera pronto
será el desarrollo urbano más extenso del mundo.
- En esta región se
encuentran las más grandes islas artificiales del mundo. Ellas forman un centro
turístico con 2000 villas, 40 hoteles del lujo, etc., en donde se podrá tener
una población de 500,000 personas.
- En Dubái se encuentra el
hotel y edificio más alto del mundo, considerado el único siete estrellas y el
más lujoso. También se encuentra el primer hotel bajo agua.
- Dubailand será un parque
de diversiones del doble del tamaño del Walt Disney World en Orlando,
construido en 3 billones de pies cuadrados a un precio de 20 billones de
dólares para satisfacer 200,000 visitantes diarios.
-El centro comercial más
grande del mundo se terminó de construir en el 2008.
-Su sistema de metro y
aeropuerto serán los más grandes del mundo.
-En Dubái podemos encontrar
el ski resort bajo techo más grande del mundo en medio de una zona desértica y
bastante caliente.
Dubái en 1990.
Dubái, misma calle en 2003.
Dubái, misma calle en 2009.
Esta ciudad, dedicada a
romper record Guinness, es una metrópoli vista como un mercado de consumismo en
donde hay cantidades inmensas de especulación y flujo de dinero; una urbe llena
de paisajes de exceso y por tanto insostenible desde un punto de vista
ambiental.
La
construcción de islas artificiales, por ejemplo, son una gran preocupación para
la ecología marina. El trabajo de construcción ha dejado aguas lamosas en lugar
de las cristalinas que existían en el área hace veinte años; varias especies
peligran extinción, entre ellas los corales marinos; las playas se erosionan
con el cambio de corrientes naturales; y la lista sigue, sin mencionar que el
calentamiento global podrá cubrir estas islas en unos años si el mar sube su
nivel como se ha previsto. Se presumen esfuerzos por aliviar estos daños
monitoreando y rehabilitando el área, sin embargo, es dudoso que se examine el
problema de una manera objetiva ya que el manejo de esta reserva marina, la
segunda con más diversidad en el mundo, no esta a cargo de la municipalidad de
Dubái sino de la desarrolladora Nakheel que construye las islas.
Desde un punto de vista humanitario, Dubái
tampoco hace un buen papel. Los trabajadores, por ejemplo, son pagados conforme
a su nacionalidad y sus condiciones de vivienda son deplorables,
paradójicamente ya que ellos se dedican a construir viviendas de fantasía.
Por más impresionante que sea el desarrollo de
esta ciudad, se debe reconocer que las consecuencias de este proceso son
negativas. Dubái es una urbe donde hay más trabajadores de construcción que
ciudadanos y sus condiciones de trabajo rayan en el esclavismo. Por tanto, se
ha convertido en una sociedad jerárquica y totalitaria. Se ha convertido
también en un lugar donde la velocidad de crecimiento es insostenible y donde
tal vez, los causantes del cambio climático sean los primeros en sufrirlo.
Tomado de: arq.com.mx
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